Este pequeño tondo de un metro de diámetro se encuentra en la capilla bautismal de santa María. Se trata de una pintura de caballete realizada al óleo de mediados del siglo XIX y de corte academicista, realizado por un anónimo gaditano, y que representa el bautismo de Cristo.
A la izquierda de la escena aparece arrodillado Jesús con los pies sumergidos en el Jordán y cubierto sólo por un paño blanco de pureza, dejando visible el torso, que cubre con las manos entrecruzadas. Tiene la cabeza ligeramente bajada mientras está recibiendo el agua del bautismo que le vierte el profeta Juan.
A la derecha es Juan el representado. Cubierto por un manto rojo hasta las rodillas y apoyado sobre un cayado con un guión que ondea con la inscripción Ecce Agnus Dei, extiende la mano para bautizar a Cristo, vertiendo agua del río Jordán con una concha. La estructura triangular de la escena se complementa con la aparición en el centro del Espíritu Santo, en la figura de una paloma blanca que sobrevuela el momento bajo un halo que resplandece.
A la izquierda de la escena principal se observan tres personas agrupadas que contemplan el momento. La temática es muy apropiada para la capilla, situándose el lienzo en el centro de la misma, bajo el cual está la pila bautismal renacentista. Los problemas de humedad típicos del templo en general y de esta nave en particular, hacen que esté deteriorado el cuadro, con pérdidas de pigmentación, entre otras patologías. Esperemos que pueda ser mejor conservado brevemente.
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