Imagen tomada del IAPH
Realizado a mitad del siglo XVII y de estilo manierista, el retablo realizado dentro de la escuela sevillana está realizado en madera policromada y alberga en su mayor parte una serie de pinturas al óleo, junto con dos esculturas.
Está compuesto por cinco calles y tres cuerpos más banco y ático, aunque actualmente de ha desensamblado esta última parte (ver aquí la entrada sobre el asunto) para una presunta restauración.
En la calle central existen tres hornacinas, a saber: la más alta alberga una escultura del titular del templo y patrón de la localidad; la central acoge una Virgen de moderna factura; mientras que la hornacina más baja hace las veces de manifestador.
Una serie de columnas de orden toscano y compuesto separan las tres calles en los cuerpos más inferiores. En el cuerpo superior esta separación se lleva a cabo mediante pilastras ornamentadas.
Doce lienzos rectangulares decoran el retablo, dispuestos en armonía por las calles del mismo. Otras tres pinturas decoran el ático, las de las esquinas rematadas en frontón curvo partido.
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