De estilo neoclásico y procedente del antiguo convento de San Francisco (donde hoy está el teatro), traemos este hermoso retablo de la primera mitad del SXIX.
Sobre una mesa de altar se encuentra la hornacina de cubierta cupuliforme que alberga la imagen del santo madrileño, flanqueada por dos columnas de orden compuesto y rematada por un frontón algo curvo y una cruz. Realizado en madera, está pintado imitando a mármoles de diversos colores (blanco, rojo, amarillo, gris).
La imagen de San Isidro es de estilo barroco, fechada en la segunda mitad del SXVIII. Es una talla de cuerpo entero vestida con calzones, casaca, botas y media capa, todo de color marrón con decoraciones de roelos vegetales dorados.
De rostro joven e imberbe, porta el santo labrador una vara y un ramo de flores, y sujeta la yunta de bueyes con la que ara. Los dos animales, también de cuerpo entero, están uncidos con el yugo y con una tarja en la testuz de cada buey. Portan además sendos cencerros.
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