martes, 5 de febrero de 2013

Declaran monumento el Monasterio del Cuervo


El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha acordado este martes inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de monumento, el Monasterio de San José del Cuervo en Medina Sidonia (Cádiz). Este conjunto del siglo XVIII, uno de los escasos ejemplos de edificio eremítico carmelitano que se conservan en Andalucía, destaca también por su valor paisajístico al ubicarse en el privilegiado paraje de Garganta del Cuervo, dentro del Parque Natural de Los Alcornocales.

El monasterio se fundó en el año 1717 para dar cumplimiento a la obligación que tenía cada provincia carmelita de establecer en su territorio el denominado 'desierto', lugar de retiro para desarrollar la renovación de la Orden Carmelita impulsada por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. Su ubicación próxima al río Celemín, con numerosas fuentes ricas en aguas salutíferas y un microclima benigno, hizo que el edificio se concibiera no sólo como residencia monástica sino también como hospedería. Afectado por las leyes desamortizadoras de 1835, el recinto quedó abandonado y posteriormente en estado de ruina.


El cenobio fue diseñado por el fraile carmelita José San Miguel según la tipología instaurada en los hospitales renacentistas españoles, que toma como modelo el Monasterio de El Escorial y se adecua a la austera regla de la Orden del Carmelo. La utilización del estilo herreriano en pleno siglo XVIII, así como otros elementos de estética gótica, dotan al edificio de un anacronismo estilístico que constituye uno de sus principales rasgos.

El conjunto monacal, situado a 16 kilómetros del centro urbano de Medina Sidonia, se alza en medio de un paisaje arbolado del que sobresale el volumen de la iglesia por su mayor altura. Su planta cuadrada presenta dos salientes, uno en la fachada norte que corresponde al zaguán y otro en el lado sur usado como cuadra o granero.
El interior se organiza mediante dos crujías perimetrales, que dejan en su intersección un amplio espacio en el que se sitúa la iglesia. Consta de tres patios interiores: dos de ellos simétricos a ambos lados de los pies del templo y un tercero que lo rodea en su cabecera desde el crucero.

La iglesia es de una sola nave con planta de cruz latina cubierta con bóveda de cañón rebajado. Su nave se ubica a la altura de la planta superior, lo que permite disponer debajo otro espacio de planta similar a modo de cripta. Adosada a los pies de la fachada norte del templo, se conserva una escalera de planta cuadrangular y forma helicoidal que daba acceso al campanario.


Las fachadas del conjunto monacal reflejan su disposición interior de dos plantas con desván. El primer cuerpo presenta vanos adintelados de acceso y está rematado en sus esquinas por un resalto a modo de pilastras que enlazan con la cornisa. Las plantas superiores presentan vanos adintelados de iluminación, con doble número en el segundo piso que en el tercero. El pórtico de acceso está adosado a la fachada norte del edificio y es de planta cuadrada con tres arcos de medio punto.


El decreto de inscripción aprobado por el Gobierno andaluz establece en torno al monumento una zona de protección de 58,6 hectáreas que incluye elementos relacionados con el monasterio. Entre ellos destacan los restos de la cerca del huerto y de doce viviendas de anacoretas, un molino harinero, una calzada de piedra, varias fuentes de aguas curativas y una pequeña gruta con un escudo del Carmelo tallado en el fondo.

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