lunes, 29 de noviembre de 2010

La histórica ciudad gaditana de Medina Sidonia (II)

Señorea hoy la altura poblada, como preciada diadema, el hermoso templo gótico de Santa María la Coronada; iglesia que si bien no es sino del último período de su estilo, no por ello deja de admirarse la altura y gallardía de sus columnas, la elegancia de sus arcos y cresterías y el primoroso labrado de sus rosetones y de los espacios limitados por perfiles.

Refulge en su altar mayor el retablo de madera de Alerce, donde la gubia ha esculpido pasajes de la vida del Salvador, delicadamente tallados, con exacta proporción anatómica y naturalidad en los movimientos de las figuras. La portada exterior de la parroquia de Santa María; la portada interior, que da ingreso á la galería del archivo, y el baptisterio, todo ello de estilo grecorromano, son, por tanto, de época posterior á primitivo trazado.

En cuanto á la duración de la obra de dicha parroquia, no debe atribuirse su comienzo a principios del siglo XVI, pues no obstante hablarse en escrituras de tal época de las obras de construcción del templo á que nos referimos, tenemos un dato arqueológico de gran valor para conocer la época de origen del templo, cual lo es el escudo del Obispo de Cádiz, el sevillano D. Pedro Fernández de Solís (1473 – 1500), que se halla tallado en la misma piedra, en la nervadura de la bóveda del altar mayor, en el lado de la epístola; y también existe ese escudo, cuya figura es un sol, en la puerta de la galería-archivo, así como la capilla del baptisterio nos muestra, con el escudo que ostenta de los lobos de los López de Haro, señores de Vizcaya, haberse realizado su construcción en el pontificado de D. García de Haro (1565 – 1587), Obispo de Cádiz, hijo de don Diego López de Haro, señor del Carpio.

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